EL DIAMANTE: Se dice que en el pasado se utilizaba para tratar problemas de vejiga, especialmente si tenían que ver con cálculos. Se usaban como protección o de la peste, en algunos casos del insomnio.
EL ZAFIRO: Se piensa que es útil para remover la impureza de los ojos y para todo tipo de trastornos oculares. También en el pasado se empleaba para tratar forúnculos infectados.
LA ESMERALDA: Se usaba para reforzar la memoria, para mejorar la facilidad de palabra, agudizar los conocimientos y agilizar los poderes del intelecto. Los chamanes utilizaban la esmeralda para fortalecer sus hechizos y para obtener el poder de ver el futuro. Como muchas piedras preciosas, se uso como antídoto contra venenos. En la India se usaba como laxante, y para tratar la fiebre y las hemorragias. Si se coloca sobre el estómago, ayuda a las funciones gástricas y hepáticas.
EL TOPACIO: Para tratar llagas y forúnculos infectados.
EL RUBÍ: Se decía que portar un rubí le aseguraba a la persona una vida en paz y armonía, protegiéndolo del peligro y el riesgo. Esta piedra protegía también la casa, los viñedos y los huertos.
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