Meditaciones.

RESPIRACION CONSCIENTE.

Antes de iniciarse en el arte de la meditación, es imprescindible aprender antes a respirar de manera consciente, es decir, concentrando nuestra atención en cada uno de las tres fases de la que ésta se compone.

La primera tarea que tendremos que llevar a cabo es la de dejar de fijar nuestra mente en ningún momento del pasado o del presente por unos minutos, y mantener la atención única y exclusivamente en el acto de respirar, en el aquí y ahora.

Fundamentalmente habrá que reparar en tres momentos de la respiración:

-Inspiración: deberemos concentrarnos en como el aire entra por la nariz, como se ensanchan las fosas nasales, como se relajan y expanden los músculos del estómago y del tórax

-Suspensión: consiste en retener deliberadamente el aire en los pulmones, al principio o al final de cada respiración. Una breve retención de aire, ayuda a nuestros pulmones a reterner más oxígeno. Podemos comenzar contando hasta 2 antes de expulsar el aire, luego hasta 4, y así sucesivamente mientras nos sintamos cómodos.

Esto se debe repetir por 10 ó 12 ciclos.

-Exhalación: esta fase es muy importante en la meditación, porque no sólo se vacían los pulmones sino también la mente. Se puede emplear este momento para expulsar tensiones emocionales, mientras se vacía de sentimientos negativos, y experimentar luego una sensación de renovación con la siguiente inspiración.

Cuando variamos la velocidad en la que tomamos, retenemos y exhalamos el aire de nuestros pulmones, uno puede cambiar de inmediato su estado anímico y energético.

RUTINA PARA EL EQUILIBRIO ENERGÉTICO SEGÚN LA MEDICINA AYURVEDA.

-Acuéstate con el sol y levántate al amanecer.

-Higiene matinal:evacuar por la mañana para eliminar toxinas. Para ello, beber un vaso de agua caliente con jengibre y limón en ayunas.

-Masaje diario:permítanse un tiempo antes de dormir para darse un masaje en pareja o individualmente, con aceite.

-Meditación matinal y estiramientos.

-Hacer un buen desayuno: es la comida más importante del día.

-Meditación de la conciencia de la respiración como se ha indicado anteriormente.

-Anotar, (una hora antes de dormir) aquellas cosas que nos crean ansiedad y aquellas que habrá que hacer al día siguiente.

RESPIRACIÓN PARA CARGAR ENERGÍA.

Siéntate cómodamente en una silla. Relaja los hombros y empieza a practicar la respiración abdominal lenta y profunda. Después de unas pocas respiraciones profundas espira plenamente y luego empieza a inspirar y espirar por la nariz de un modo profundo y forzado, al ritmo de una respiración completa por segundo. Efectúa diez respiraciones profundas y luego descansa, sintiendo las sensaciones de tu cuerpo. Espera de 15 a 30 seg antes de repetir otra ronda de diez respiraciones. No se efecturarán más de 3 ó 4 rondas en una misma sesión.

Este procedimiento es útil si se tienen problemas para empezar las actividades de la mañana.

RESPIRACIÓN CAPACITADORA.

Con los ojos cerrados, revisa tu cuerpo para detectar zonas de tensión. Respira lenta y profundamente, liberándote con cada espiración de cualquier presión, resistencia o tensión. Haxlo así durante unas diez respiraciones. Ahora, vuelve a revisar tu cuerpo y busca zonas de debilidad.

Inspira profundamente, y, al espirar, pronuncia audiblemente el sonido "ahhhhhhh", hasta que te quedes sin aire. Al expresar el sonido, dirige conscientement la vibración hacia la zona de vacío que notas en el cuerpo. si sientes que tu corazón está débil, ve si puedes hacer vibrar el pecho con el sonido. si notas una sensación de vacío en el plexo solar, permite que el sonido resuene en tu vientre.

Llena tu cuerpo con la vibración, permitiendo que la resonancia elimine todas las toxinas que retengas y animando el flujo de energía. Repite este sonido varias veces en una misma sesión, hasta experimentar una sensación de vitalidad.

EL ARBOL DE LA VIDA.

Nos ponemos de pie y con los ojos cerrados y los pies firmes en el suelo, buscamos un centro de equilibrio, alineando los chakras en columna vertical. Imaginamos que nuestro cuerpo es el tronco de un grueso árbol con sus raices muy profundas en la tierra.

Flexionamos las rodillas y tomamos aire, y lo expulsamos mientras presionamos con los pies en el suelo. Imaginamos que nuestras raices se hunden cada vez más en la tierra, buscando su núcleo caliente, que nos transmite energía y nos revitaliza.

Notamos como sube esta energía a través de nosostros, y nos sentimos parte de la tierra, y la energía sube cada vez más hacia arriba,inundando el chakra base o raiz y desde ahí se irradia fuerza y luz a todo el cuerpo, con una luz roja intensa.

Una vez que consigamos iluminar el primer chakra, iremos haciendo lo mismo con los demás chakras.